Los arroceros de Pego han logrado escapar esta campaña al virulento ataque de la pyricularia, un hongo que ha causado estragos en la cosecha de la Albufera de Valencia. Pero no ha sido por un hecho casual, sino por dos elementos que han mitigado sus efectos, como son la siembra en seco y la presencia cada vez mayor de la variedad autóctona del bombón, que se está mostrando mucho más resistente a esta enfermedad fúngica. El resultado ha sido una producción cercana al millón de kilos, en una campaña, además, en la que se ha recogido la paja del cultivo para su distribución entre los ganaderos de la provincia de Alicante, lo que ha evitado los problemas medioambientales que generan las quemas.
En la provincia de Alicante, y más en concreto en el parque natural de la Marjal Pego-Oliva, las pérdidas como consecuencia de este hongo han sido residuales este año. Así lo señala Vicent Dominguís, productor y representante sectorial de Asaja Alicante, quien atribuye este hecho a dos prácticas de cultivo que se han introducido en los últimos tiempos y que están ofreciendo unos resultados muy positivos.
La primera de ellas es la siembra en seco, experimentada con éxito por primera vez el año pasado: consiste en no sembrar el arroz en el campo inundado, como es habitual, sino directamente en tierra «seca», que evidentemente contiene el agua suficiente por tratarse de un humedal. «Lo que conseguimos con ello es que la planta no esté tanto tiempo en contacto directo con el agua, lo que previene la aparición de hongos y también de las malas hierbas», señala ASAJA Alicante.
El otro elemento que está contribuyendo a detener la pyricularia es el cultivo del arroz bombón, una variedad que se cultiva de forma exclusiva en este paraje, reintroducida en 2016, que también se está revelando como más resistente a las enfermedades fúngicas.
Con todo ello, la campaña de recolección se ha cerrado en la Marjal Pego-Oliva con una cosecha de alrededor de un millón de kilos, lo que supone, añade Dominguís, «una producción dentro de los baremos que podríamos considerar normales».
Recogida de paja
Todo esto se ha producido en una campaña en la que, además, en el mismo paraje se ha procedido a la recogida de la paja del arroz, la cual ha sido distribuida íntegramente al sector ganadero de la provincia de Alicante. Se trata, en concreto, de 1.200 fardos de grandes dimensiones y de un peso aproximado de 250 kilos cada una, que suponen cerca de 300 toneladas en total.
Productos fitosanitarios
Más allá de las prácticas puestas en marcha en la Marjal Pego-Oliva, detrás de la proliferación de la pyricularia se esconden las progresivas restricciones impuestas por la Unión Europea (UE) en materia de productos fitosanitarios.
De ahí que los agricultores, a través de Asaja, estén reclamando que se permitan determinadas sustancias que son eficaces para luchar contra este hongo, y más cuando en países que son competidores directos, como Estados Unidos, Japón o Australia, aún se permiten.