Los aranceles de Trump podrían perjudicar la agricultura alicantina

Las políticas arancelarias de Donald Trump tras su llegada a la presidencia de Estados Unidos genera preocupación por el impacto económico que supondría a todos los productos que lleguen desde fuera del país norteamericano. Una amenaza que de aplicarse perjudicaría al sector agroalimentario de la provincia de Alicante con pérdidas millonarias si tenemos en cuenta lo ocurrido en la anterior legislatura, que afectó principalmente a productos como el aceite de oliva, los cítricos, el queso, el vino y las aceitunas negras, estas últimas que sufren desde hace años una política proteccionista norteamericana por la presión que ejerce un lobby californiano.

Así, el magnate y presidente norteamericano ya señaló que tanto México como Canadá van a tener que satisfacer aranceles del 25 % en aquellos negocios que realicen con Estados Unidos, un porcentaje que podría elevarse hasta el 100 % en los denominados países BRICS, un acrónimo formado con las iniciales de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica; grupo de países al que Trump incluyó a España por confusión.

El propósito del actual presidente de EE.UU. es el de imponer un arancel universal del 10 % al resto de países, incluyendo a los europeos. Ese porcentaje, aunque inferior a los anteriores, podría acabar teniendo consecuencias desastrosas sobre las exportaciones de los diferentes sectores debido a la pérdida de competitividad. En el caso de la provincia de Alicante, son 452 millones de euros anuales los que se exportan a Estados Unidos, ocupando España un sexto puesto del ranking de las ventas al exterior, solo por detrás de Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido.

En cuanto al sector que puede resultar más damnificado es el agroalimentario, teniendo en cuenta que exporta 162 millones anuales, y los cítricos quedarían ‘tocados’ por este nuevo panorama de aranceles, como ya ocurrió. En este sentido, el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu, recuerda que «el impacto fue duro en aquel momento, hasta el punto de que pasamos de vender 20.000 toneladas de limones y naranjas a apenas 4.000». Los otros productos que podrían salir también mal parados, al igual que en la anterior ocasión, son el aceite de oliva y el vino, para el que Estados Unidos es el segundo destino tras Alemania. «El panorama es complicado y los agricultores somos siempre los que acabamos pagando el pato», lamenta Andreu.

Fuente: Información y ASAJA Alicante