La directora de la AICA anima a los citricultores alicantinos a denunciar prácticas ilegales y evitar la venta a pérdidas

02/12/2022

  • A pesar de haber perdido 34.000 hectáreas de superficie, la Comunidad Valenciana sigue controlando el comercio, y concentrando la confección y venta de cítricos.
  • Más de 9.200 trabajadores trabajan a tiempo completo en cada campaña citrícola en Alicante: un 50% se concentran en el limón, un 25% en la mandarina y un 25% en la naranja.

Orihuela, 1-12-2022. La directora de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), Gema Hernández, ha explicado hoy a los más de doscientos agricultores, productores y comercializadores que han asistido a la II Jornada de Cítricos de ASAJA Alicante las oportunidades que tiene la ley para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria Ley 12/2013, sobre todo tras la modificación realizada en diciembre de 2021. “Se trata de un instrumento que tienen los productores para defender unos precios justos en origen, y mi labor hoy aquí es informar a los presentes sobre cómo tienen que ejercer sus derechos”, ha explicado.

El objetivo principal de esta cita organizada por ASAJA Alicante, el Instituto Juan Gil-Albert y el Ayuntamiento de Orihuela ha sido ofrecer un monográfico sobre la situación de la producción y comercialización de cítricos en la Vega Baja y Alicante, informar a los presentes sobre la ley de la cadena alimentaria, y plantear estrategias de futuro para el sector.

Importantes figuras de la citricultura como Enrique Bellés, presidente de Intercitrus y José Antonio García, director de Ailimpo han valorado los principales retos del sector. Bellés ha señalado que “para ser líderes en un mercado tan globalizado como el actual debemos ser competitivos, pero a la vez preguntarnos si somos eficientes, y para ello hay que trabajar en varios aspectos como la estructuración del sector, la renovación de las nuevas generaciones y la promoción”. Por su parte, García ha recalcado que España es líder en producción y exportación de limón en fresco. “Tenemos la misión de liderar el negocio, que sea rentable para todos los eslabones de la cadena, empezando por el productor”.

Una ley para no vender a pérdidas
La directora de la AICA ha destacado la importancia de realizar contratos alimentarios en operaciones de compraventa antes de la entrega de todas las relaciones comerciales, máxime si son superiores a 1.000 euros. También ha aconsejado “recopilar todas aquellas pruebas que puedan demostrar prácticas desleales o abusivas que estén prohibidas, estipuladas como infracciones, para poder seguir adelante con el expediente sancionador”.

En su ponencia ha añadido que el objeto de esta modificación de ley es proteger al eslabón más débil de la cadena, así como cambiar algunos hábitos y prácticas que se han impuesto en el mercado de frutas y hortalizas que penalizan al productor. Hernández ha destacado que la privacidad de la identidad del denunciante se garantizará tanto en vía administrativa como judicial, por lo que los agricultores “no deben tener miedo a denunciar”.

Como plato final, se ha llevado a cabo una mesa redonda para debatir los principales retos de futuro, moderada por Raquel Fuertes Redón, gerente de Valencia Fruits, en la que han participado José Enrique Sanz, gerente de IGP Cítricos Valencianos; Vicente Faro, presidente de Agricultura Ecológica CV; Óscar Orzanco, director de Valencia Fruits, y Antonio Pujante, director comercial de Mundosol Quality.

La inauguración ha estado a cargo de Pilar Tébar, directora del Instituto Juan Gil Albert; Carolina Gracia, alcaldesa de Orihuela y José Vicente Andreu, presidente de ASAJA.

Para cerrar, el presidente de la Diputación, Carlos Mazón ha querido enviar un mensaje a los agricultores presentes: “Después de las últimas decisiones con respecto al agua, quiero mandaros mi ánimo, y reafirmar mi compromiso de que la Diputación de Alicante va a defender con uñas y dientes nuestros cítricos, nuestros productos y el agua que nos merecemos”.

Análisis económico-productivo del sector citrícola
El técnico de ASAJA y profesor de la UMH, Lorenzo Chinchilla ha afirmado que “la citricultura valenciana, que ha sido el motor económico y social del territorio y la sociedad, se enfrenta a una etapa de profunda reconversión, de adaptación a las nuevas reglas”.

Según el Diagnóstico del Sector Citrícola de la Comunidad Valenciana, en lo que llevamos de siglo se han perdido 34.000 ha de superficie dedicada a cítricos, lo que ha supuesto la desaparición de 71.600 explotaciones de menos de 20 ha (cuya superficie media era de menos de 1 ha).

También ha explicado que las hectáreas que hemos perdido las ha ganado Andalucía. “Muchas empresas valencianas se han ido allí a plantar en busca de mayor tierra disponible para ampliar cultivos. Precisamente el tamaño de nuestras explotaciones es uno de nuestros hándicap”. La principal consecuencia de este declive es que hemos pasado de representar el 80% de la producción nacional, a solo un 50%.

Por tanto, se puede afirmar que existe una tendencia hacia un proceso de concentración en el sector que implica explotaciones más eficientes y de mayor dimensión. Además, en los últimos treinta años han desaparecido el 62% de los comercios. Sin embargo, la Comunidad Valenciana sigue siendo centro neurálgico y controlando el comercio de naranjas y mandarinas.
En Alicante, en cada campaña citrícola trabajan más de 9.200 trabajadores a tiempo completo. Más del 50% se concentran en el limón, un 25% en la mandarina y un 25% en la naranja. En cuanto a volumen económico, la provincia genera más de 209 millones/€ de producción bruta.

Actualmente, existen más de 30.000 hectáreas en la provincia, de las cuales el cultivo principal es el limón, seguido por la naranja y la mandarina. Históricamente, la mandarina ha ido ganando terreno a la naranja y actualmente, Alicante está apostando muy fuerte por nuevas variedades de mandarina con un alto rendimiento económico y royalties como Orri y Nadorcott.

El agua, la gran batalla de la agricultura
Andreu ha aprovechado para recordar la incertidumbre que se vive en el campo a causa de los recortes del trasvase Tajo-Segura que tendrán lugar a partir de 2023. La gestión hídrica frente al cambio climático que nos anuncian desde el Gobierno central implica la desaparición progresiva del 50% de la superficie agraria útil que depende del trasvase”, ha manifestado.

Además, considera que la ministra Teresa Ribera está jugando de una manera desleal con una actividad económica esencial y afirma que “ha llegado la hora de pedirle coraje al presidente del Generalitat para que nos defienda y no se ponga de perfil en el problema del agua”.

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